Los frutos secos, al igual que las patatas, son uno de los principales protagonistas a la hora del aperitivo. De la misma manera, resultan ideales para tomarlos a media mañana para matar el gusanillo y recobrar fuerzas. Tampoco podemos olvidarnos de lo ricos y nutritivos que resultan si los incorporamos a nuestras recetas de cocina, como a las ensaladas y panes.
Pero, además de todo esto, incorporar los frutos secos a nuestra alimentación también tiene beneficios para nuestra salud. Como vimos en nuestro artículo Frutos secos: una fuente natural de hierro para tus snacks diarios, son una fuente natural de hierro. Y no sólo eso, sino que podemos encontrar otros beneficios. ¿Quieres conocerlos? A continuación, te hablaremos de algunos de ellos.
Grasas insaturadas
Además de su gran sabor, un consumo de frutos secos en una dieta equilibrada puede ayudar a nuestra salud cardiovascular. La razón de esto es por su contenido en grasas poliinsaturadas y monosaturadas. Un buen ejemplo son las nueces. Cuando se sustituyen las grasas saturadas por las insaturadas, el colesterol en sangre tiende a reducirse. Como sabemos, un nivel elevado de este siempre supone un riesgo a la hora de sufrir cardiopatías coronarias.
Magnesio
Seguramente ya hayas oído hablar de lo importante que es el magnesio para nuestro cuerpo. Y es que las funciones que cumple son muchas, como contribuir a un funcionamiento adecuado del sistema nervioso y muscular, disminuir la fatiga y el cansancio, mantener unos huesos y dientes fuertes, así como una función psicológica adecuada.
Como podemos observar, el papel del magnesio en la dieta es fundamental. Algunos de los frutos secos en los que lo podemos encontrar son las avellanas, las almendras, los cacahuetes, los anacardos, las pipas, los pistachos y las nueces.
Vitamina E
Al igual que el magnesio, la vitamina E es indispensable para nuestro organismo. Esta vitamina liposoluble ayuda a proteger las células frente a la oxidación, así como a la vitamina A, C y a los ácidos grasos poliinsaturados.
¿Dónde la encontramos? Las avellanas, los anacardos, las nueces de Brasil, las pipas, las almendras, los pistachos y los piñones son algunos de los frutos secos que la contienen.
Fibra
En artículos anteriores hemos hablado de la importancia de la fibra en la alimentación. Nos ayuda a regular el tránsito intestinal, así como a reducir los trastornos intestinales. En frutos secos como la almendra o la avellana, sin cáscara, podemos encontrar un contenido del 14,3% y el 10%, respectivamente.
Energía
La energía es imprescindible para poder llevar a cabo todas las funciones que realizamos a lo largo del día. Los frutos secos son una fuente concentrada de energía de gran valor. Aproximadamente, unos 100 gramos de frutos secos nos aportarían unas 500-600 kcal. Siendo más concretos, en el caso de 100 gramos de nueces, supondrían unas 611 kcal. y los piñones unas 693 kcal. Por esta razón, son una buena elección a la hora de elegir qué podemos añadir a nuestra dieta para cubrir las necesidades energéticas de nuestro cuerpo.
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