Tener un huerto ecológico, además de proporcionarnos alimentos frescos y saludables, también es un gran elemento decorativo. Le da un toque diferente a nuestro espacio, y es normal que nos guste mimarlo y tenerlo en perfectas condiciones. Ya se trate de un rinconcito en nuestra terraza o de un trocito de terreno en nuestra casa de campo, hay muchas maneras de hacer de él un espacio mágico. Cuidando algunos detalles, podemos crear un espacio acogedor, cuidado, ordenado e ideal para que nuestras plantas crezcan sanas y fuertes. Además de ser nuestra propia “despensa”, también será un sitio idóneo para reunirse con amigos y familiares. Si quieres transformar tu jardín y darle ese toque que le falta, te damos algunas ideas.
1.- Utilizar sacos de rafia
Los sacos de rafia pueden tener muchas utilidades, y una de ellas es la decoración. Otra de sus ventajas es que resultan muy económicos, por lo que no será necesaria una gran inversión si queremos cambiar la imagen de nuestro huerto ecológico.
Para introducirlos en nuestro jardín, bastará con rellenarlos de sustrato y plantar las verduras y hortalizas que queramos en ellos. Además, también son muy útiles para aquellas especies más delicadas de plantas. Los sacos de rafia resultan verdaderamente sencillos de transportar, por lo que, en caso de que haga mal tiempo, podemos protegerlas llevándolas dentro de casa. Por otra parte, gracias a su profundidad las plantas enraizarán perfectamente. Esto hará que crezcan más sanas y fuertes, luciendo bonitas y lustrosas.
2.- Crear elementos con materiales reciclados
Otra fantástica opción es crear nuestros propios tiestos y maceteros. ¿Cómo? Utilizando materiales frecuentes en el día a día, como palés de madera, cajas recicladas o dando un nuevo uso a los tiestos. Como siempre, la imaginación será nuestra gran aliada. Con un poco de maña y dedicación, podemos crear un macetero sostenible y muy decorativo.
3.- Las mesas de cultivo
Si tienes un huerto ecológico, seguramente conozcas las mesas de cultivo. Estas suelen tener unos 85 cm de altura y se pueden encontrar en distintos materiales. Si lo que buscas es crear un ambiente más natural, lo recomendable en estos casos es que las escojas de madera. Como en el caso anterior, si eres aficionado a crear las cosas tú mismo, también puedes recurrir a los palés u otros materiales para darle forma a tu mesa de cultivo. Además de ser muy decorativas, resultan muy cómodas para cultivar y cuidar de nuestras plantas.
4.- Huertos verticales
Los huertos verticales son ideales para espacios pequeños, pero no tienen por qué limitarse sólo a estos casos. Si disponemos de una mayor amplitud, podemos combinarlos con otros elementos, como las mesas o las pirámides de cultivo. Si nos decantamos por esta opción, podemos recurrir a la adquisición de estructuras ya fabricadas con este fin, o crearlos nosotros mismos. Para esta última opción, podemos hacer uso de palés o de otro tipo de estructuras que nos permitan colgar nuestras macetas de forma segura. En casa podemos encontrar muchos artículos que ya no usamos y que se pueden aprovechar con esta finalidad, como pueden ser cajas, cestas o botellas.
5.- No olvides las plantas aromáticas
Las plantas aromáticas resultan casi imprescindibles en nuestro huerto. Y es que, no sólo son decorativas y aportan un agradable olor, sino que también muchas contribuyen a combatir las plagas. Combinándolas con nuestras verduras y hortalizas, ayudarán a dar un toque de color. Por otra parte, son muy resistentes, además de ser ideales a la hora de cocinar y condimentar nuestros platos. ¡Imprescindibles!
6.- Las pirámides de cultivo
Al igual que las mesas de cultivo, las pirámides de cultivo son un elemento perfecto y cómodo para adornar nuestro jardín. Resultan muy prácticas y, al igual que los huertos verticales, también son un elemento al que recurrir si nuestro espacio es limitado. Estas pirámides son estructuras cuadradas a las que se van sumando otras de menor tamaño. De esta manera, se colocan unas sobre otras, dando el aspecto piramidal que las caracteriza. No es necesario que plantemos en toda la pirámide el mismo tipo de plantas. Podemos jugar con los colores y las formas, plantando en cada nivel las verduras y hortalizas que más nos apetezcan. Podemos reservar el primer cuadrado para el brócoli y el segundo para las zanahorias, o intercalar entre ambos niveles plantas aromáticas. ¡Dale el toque que más te guste!
7.- Las camas de cultivo
Tampoco podemos dejar de lado las camas de cultivo. Aunque requieren algo más de espacio que los huertos verticales, los sacos de rafia o las pirámides, también son un buen artículo ornamental. Las camas de cultivo guardan cierta similitud con las mesas de cultivo. Pero, en este caso, se colocan a nivel del suelo y no están elevadas. Pueden sernos muy útiles en los casos en los que nuestro suelo es de hormigón o de baldosas.
La distribución de estas camas deberá responder a la estructuración que más nos guste. Jugaremos con el espacio del que disponemos, para crear un ambiente armonioso y agradable. Al igual que otros elementos de los que os hemos hablado, también podemos encontrarlas en el mercado o podemos crearlas nosotros mismos. De la misma manera, podemos darle un toque de color, aplicando una mano de pintura o dibujando elementos en ellas. Para crear nuestro huerto en ellas, las llenaremos de sustrato y sembraremos las verduras y hortalizas que más nos gusten. Podemos combinarlas como queramos para que, cuando crezcan, sean visualmente atractivas.
Como podemos observar, existen muchas y muy variadas maneras de decorar nuestro huerto ecológico. Aquí te ofrecemos algunas de ellas, pero con imaginación e ingenio podemos crear muchas otras más. Tampoco debemos dejar de lado otros tipos de ornamentación, como luces o adornos para introducir en nuestras macetas, como los molinillos de viento. Muchos de ellos son realizados con materiales naturales o reciclados y, en el caso de las luces, su uso es posible mediante carga solar.
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