Nos encontramos en los meses más fríos del año y eso siempre es motivo de preocupación para nuestros cultivos. Durante las últimas semanas las temperaturas han sido más bajas, habiendo vientos fuertes, lluvias e incluso heladas en ciertas zonas. Además, con más frecuencia, se sufre una bajada de temperaturas muy marcada en zonas en las que antes esto no sucedía.
Por otra parte, durante las transiciones de las estaciones, se observan unos mayores altibajos en las temperaturas y cambios repentinos de tiempo. Esto es notable en el paso del invierno a la primavera, pero también todavía en los meses de abril, mayo o junio. A causa de esto, pueden generarse las heladas tardías. Cuando el estado vegetativo de los cultivos ya está avanzado, en las plantas ya se muestran partes desnudas, las cuales son muy sensibles al frío.
Como ya sabemos, la temperatura influye sobre los procesos bioquímicos de estas, afectando a sus flores y sus frutos. Si llega a descender por debajo de los 0º, se pueden ver dañados los procesos fisiológicos de las mismas y sus tejidos.
Tipos de heladas
Hay diferentes tipos de heladas, dependiendo de la época del año en la que se produzcan. Pueden darse heladas invernales, primaverales o tardías. En las primeras se verían afectadas las especies frutales de hoja perenne. Lo mismo ocurre con las heladas primaverales, pero incluyendo a los árboles de hoja caduca que ya han iniciado su desarrollo vegetativo. De la misma manera, cabe la posibilidad de que dañen a especies hortícolas, pero estas pueden presentar algo más de tolerancia si no es una helada muy intensa, por tratarse de plantas de temporada.
El momento en el que nuestro cultivo puede ser más sensible es desde que se produce el desarrollo inicial de las yemas hasta el estadio del fruto pequeño. Habitualmente, las heladas que presentan un mayor peligro son las de irradiación. Se producen en primavera, cuando las yemas ya están formadas y también podemos ver flores abiertas.
¿Qué factores pueden influir en la magnitud de los daños?
El nivel de daños que puedan sufrir los tejidos vegetales de nuestras plantas puede depender de varios factores. Algunos de ellos son:
Edad
Cuanto más jóvenes son las plantas, más sensibles son, ya que sus tejidos son más tiernos. En algunos casos puede afectar a la planta completa, lo cual puede conllevar la muerte de la misma. En los casos de plantas adultas, lo normal es que se queme la periferia, teniendo la oportunidad de rebrotar gracias a las yemas en los brotes de la zona interior.
Ubicación
La ubicación de nuestro huerto ecológico también juega un papel importante a la hora de afrontar las heladas. Por ejemplo, aquellos que se encuentran en las laderas tienen un riesgo menor de sufrir daños. La razón de esto es por el peso del aire frío, que es mayor, por lo que se suele localizar en sectores bajos.
Estado fenológico
Como hemos indicado, las plantas que se encuentran creciendo de forma activa, son más sensibles. Por esta razón es importante que no se realice una fertilización tardía en otoño, principalmente en plantas nuevas. Así evitaremos que haya desarrollo de los brotes durante el invierno.
Procedimiento tras las heladas
Una vez que se ha producido la helada, es importante la manera en la que manejamos nuestro cultivo, ya que puede ayudar a acelerar su recuperación. Algunos procedimientos recomendables son:
- La poda: es mejor que dejemos pasar unas semanas antes de realizar la poda de la madera muerta. Hay que evaluar los daños producidos y, cuando haya pasado el riesgo de nuevas heladas, proceder a la poda. De esta manera se removerán las ramas y los brotes afectados.
- Proteger frente a la radiación: las heladas provocan la caída de las hojas. Esto sumado a la poda que hemos realizado, hace que los brotes y el tronco de nuestros frutales queden expuestos al sol. Para evitar las quemaduras es recomendable protegerlos.
- Fertilizar: el momento idóneo es la primavera, cuando los brotes rondan los 5-10 cm. Si el daño es elevado, se requerirá una cantidad menor. También es recomendable hacerlo de manera fraccionada.
- Regar: como es muy posible que se hayan perdido gran cantidad de hojas por la helada, deberemos asegurarnos de que no regamos en exceso. Si no se han producido lluvias, lo idóneo es iniciarlo junto con la fertilización.
- Evitar plagas: para que los brotes puedan crecer sanos y sin problema, controlaremos la aparición de plagas. Para evitar plagas que sean atacados por insectos o enfermedades, podemos recurrir a otras plantas e incluso a otros insectos.
Antes de realizar nuestra plantación
Una forma de evitar daños severos en nuestras plantaciones a consecuencia de las heladas, es tener en cuenta varios factores antes de crear nuestro cultivo ecológico.
Lugar
Hay zonas que tienen un riesgo mayor que otras. Dependerá de la pendiente, la exposición, el aire frío y el tipo de suelo. Como veíamos anteriormente, las zonas bajas presentan una frecuencia mayor de heladas. Así mismo, dependiendo del tipo de suelo, tendrá una capacidad de almacenamiento y conducción del calor distintas. Por lo tanto, es imprescindible conocer bien el tipo de suelo en el que vamos a cultivar, así como las temperaturas que se suelen dar por la zona.
Movimiento del aire
El aire frío ocupará las zonas más bajas en determinadas zonas. Teniendo en cuenta esto, una opción es la de facilitar su movimiento hacia esas zonas, con el fin de evitar que se produzcan temperaturas que dañen nuestro cultivo.
Especies
No todas las especies y variedades de plantas resisten igual las bajas temperaturas. Algunas pueden tolerarlas mejor gracias a sus patrones radiculares. Por esta razón, encontramos hortalizas de otoño-invierno y de primavera-verano y también frutales cuya floración es temprana, media o tardía.
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