Los cereales son un alimento necesario para nuestro organismo. El consumo de harinas en nuestra dieta puede ayudar a cumplir esta ingesta necesaria, pero unos tipos de harinas pueden ser más óptimas que otras.
En este caso, la harina integral de trigo sería la más recomendable, ya que pasa por menos refinamientos, conservando mejor sus nutrientes. Se obtiene de la molienda del grano de trigo entero, triturando el grano para que sea comestible y se forme una harina.
Seguro que has oído hablar de ella pero te quedan dudas. Aquí te contamos algunos de sus beneficios:
1.- Contenido en fibra
La harina integral tiene un alto contenido en fibra debido a que se muele el grano entero y no se separa la parte que genera un mayor aporte de la misma. Los beneficios que nos puede aportar una dieta rica en fibra pueden ser, entre otros, evitar el estreñimiento, reducir los niveles de colesterol en sangre y prevenir la obesidad.
2.- Vitaminas
Como en el procesamiento del grano se conserva la cubierta exterior (a lo que denominamos salvado) y el germen de trigo, en la harina integral podemos encontrar gran cantidad de vitaminas del tipo B1, B3 y B5. Además de vitaminas, nos aporta minerales, hierro y ácidos grasos esenciales para nuestro organismo.
3.- Efectos positivos en el azúcar en sangre
Cuando consumimos alimentos con carbohidratos tienen efectos sobre el nivel de azúcar en sangre. Esto se debe a que el cuerpo los transforma en glucosa (azúcar) para llevarlo al torrente sanguíneo y alimentar a las células. Si los niveles de glucosa son muy altos es posible que se produzcan descompensaciones, generando severas subidas o caídas de azúcar. Esto puede producir cambios de estado de ánimo y malestar. La harina integral evita este posible problema, ya que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar.
4.- Digestión
Su alto contenido en fibra ayuda a que el intestino tenga un movimiento regular. También ayuda a prevenir la aparición de enfermedades como la diverticulosis, inflamación, hemorroides o descomposición. El ácido láctico presente en los granos aumenta la reproducción de bacterias benéficas en el intestino grueso. Estas ayudan al proceso de digestión, a la absorción de nutrientes y a fortalecer el sistema inmune.
5.- Colesterol
Por una parte, nos ayuda a prevenir la absorción del colesterol LDL y a disminuir los niveles de triglicéridos. La fibra limpia el exceso de grasa consumida en los alimentos y depura el organismo de toxinas. Por otra, su contenido en antioxidantes limita el transporte del colesterol hacia las paredes arteriales y tejidos.
6.- Control de peso
Como el cuerpo tiene que digerir los granos enteros, el proceso tarda un poquito más. Esto hace que nos sintamos saciados antes y tardemos más en volver a tener hambre. Además, su gran contenido en fibra nos ayuda a depurar el hígado y el sistema digestivo, primordial a la hora de perder peso y ganar salud.
7.- Ayuda a la prevención del cáncer
Acompañado de una dieta saludable y variada, en la que se prime el consumo de vegetales y frutas sobre el de carne y comidas procesadas, el consumo de granos enteros puede ayudar a disminuir las posibilidades de aparición de cáncer de colon, mama y páncreas.
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