Desde hace ya unos cuantos años, viene siendo necesario un cambio de dirección. Se ha ido haciendo más evidente la necesidad de hacer un mejor uso de los recursos existentes, así como la de reducir la cantidad de desechos que generamos.
Es por eso por lo que, en los últimos años, hemos visto que han ido desapareciendo las bolsas en los supermercados. En su lugar, se ve incrementado el uso de carritos de la compra, bolsas de rafia o bolsas de tela que traemos de nuestras casas. Pero también, los grandes y pequeños supermercados, disponen de bolsas para que podamos adquirir en caso de que no traigamos una de casa.
Estas bolsas las podemos encontrar en distintos formatos, con asas o sin ellas, de papel o de otros materiales vegetales, transparentes… Además, podemos encontrarlas de diferentes tamaños, como es el caso de bolsas para compras más grandes o el de otras bolsas más reducidas, para la compra de frutas y verduras.
¿Por qué hacer el cambio hacia las bolsas de plástico bio?
Estas bolsas suponen una alternativa sostenible respecto a las bolsas de toda la vida. Además de ser también reutilizables, son igual de resistentes y ofrecen la posibilidad de fabricarlas en distintos formatos. Como hemos indicado, sus tamaños pueden ser distintos, así como su grosor o su opacidad. Depende del uso que pretendamos darles, podemos decantarnos por unas opciones u otras.
Por otra parte, se puede seguir plasmando en ellas los logos o letras que se deseen, haciendo uso de tintas al agua, que tampoco resultan nocivas para el medio ambiente.
Otra de las ventajas que ofrece este tipo de bolsas, es que son biodegradables, compostables y están libres de CO2. De esta manera, una vez finalizada su vida útil, estas bolsas se pueden descomponer de forma natural en unos 180 días. Al contrario que otro tipo de materiales, que pueden llegar a tardar décadas en degradarse y que contienen químicos nocivos para el ser humano y el medio ambiente.
No podemos olvidar que, un plus añadido para la elección de esta opción más sostenible, es que la ausencia de esos químicos nocivos en las bolsas también favorece a nuestros alimentos. Como en el caso de las bolsas para las frutas, verduras y diversos productos frescos. La mayoría de las veces, estos productos están en contacto directo con la bolsa que los contiene, e incluso a veces los conservamos durante un tiempo en su interior al almacenarlos. Por ello es importante que su composición sea lo más natural posible, para evitar que el alimento absorba sustancias no recomendables para el organismo.
¿De qué materiales se obtienen las bolsas bio?
Para producir las bolsas biodegradables, se hace uso de la fécula de patata. Aproximadamente, para obtener unas 100 bolsas con las características que hemos citado anteriormente, serían necesarias unas 15 patatas.
También podemos encontrarlas de otros vegetales, como pueden ser el maíz o la caña de azúcar.
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