Uno de los principales retos a la hora de cuidar nuestro huerto ecológico, es controlar las malas hierbas. Estas pueden acaparar el espacio necesario para nuestras plantas y robarles los nutrientes, impidiendo su correcto crecimiento. Por lo tanto, deberemos tenerlas muy en cuenta para mantenerlas a raya. ¡Pero no olvidemos que no todo son malas hierbas! Puede que algunas plantas favorezcan a nuestro cultivo, alejando plagas o aportando nutrientes. Por ello, es imprescindible que sepamos diferenciar entre aquellas que son malas hierbas y las que no lo son.
Ya os hablamos en nuestro artículo Malas hierbas: cómo combatirlas sin el uso de herbicidas tóxicos sobre algunas pautas para mantener a las malas hierbas controladas. Como mencionábamos en él, existen herbicidas naturales, aunque debemos ir con cautela al seleccionarlos y asegurarnos de que realmente lo son. Si estás pensando en preparar tu propio herbicida, aquí te damos algunos consejos para evitar las malas hierbas sin dañar la tierra ni el medio ambiente.
Vinagre
Gracias a la acidez del vinagre, las malas hierbas desaparecerán. Por lo tanto, cuanta mayor acidez tenga este, mayor capacidad herbicida tendrá. Se recomienda especialmente para plantas que sean jóvenes y no sean robustas todavía. Su preparación es sencilla: mezclaremos vinagre con un poco de jabón y zumo de limón. Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta a la hora de utilizar este producto, es que también mata bacterias y hongos. Por esta razón, evitaremos que la mezcla llegue al suelo, para que no acabe con los organismos beneficiosos que pueden nutrir nuestro cultivo.
Sal
La sal ha sido utilizada durante siglos como herbicida natural, pero también para impedir que se pudiese cultivar en determinadas tierras. Por lo tanto, como en el caso del vinagre, procuraremos que nuestra mezcla sólo se quede en la planta y no llegue a ser absorbida por la tierra en la que cultivamos. Para preparar nuestro herbicida, diluiremos una parte de sal en ocho de agua. También añadiremos un poco de jabón, así conseguiremos que la mezcla se fije mejor en las hojas y resulte más efectiva.
Cartones y papel de periódico
Otra opción que resulta muy sencilla es el uso de cartones o papel de periódico. ¿Para qué? Para evitar que las plantas reciban los rayos del sol y se desarrollen. El inconveniente de esta técnica es que puede no resultar muy estético para nuestro cultivo o jardín. Para disimularlo, podemos echar tierra por encima o colocar sobre ellos adornos u otras plantas.
Agua hirviendo
El agua hirviendo está indicada para casos en los que las plantas están más desarrolladas y pueden generar una mayor resistencia. Su aplicación es muy sencilla, ya que sólo tendremos que hervir agua y echarla sobre ellas. Pero no debemos olvidar que puede afectar a las plantas que haya alrededor, así como a sus raíces. Será necesario controlar las cantidades utilizadas y verterlo de forma suave, para asegurarnos de que afecta sólo a aquella planta que queremos erradicar.
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