A todos nos encantan las patatas fritas, sea cual sea su formato. En nuestro artículo Las mejores recetas de patatas fritas al horno ya os hablamos de algunas deliciosas recetas para preparar las patatas fritas. Hoy os traemos otra receta, pero en este caso vamos a hablar de las patatas chips, también conocidas como las patatas fritas de bolsa.
Siempre irresistibles para grandes y pequeños, se ha convertido en un manjar imprescindible en cada casa. Si has pensado alguna vez en hacer tus propias patatas chips, aquí te dejamos los pasos necesarios para conseguir un resultado sabroso, crujiente y de forma sencilla.
¿Qué variedad de patata es la mejor?
Como veíamos en nuestro artículo La patata: ¿cuántas variedades podemos encontrar? , las patatas pueden ser viejas, tardías o nuevas. La patata vieja no la recomendaríamos para freír, sino que sería más apta para otro tipo de platos, como por ejemplo el puré. Aunque las tardías son patatas que pueden servirnos para todo tipo de platos, consideramos que la patata ideal es la nueva, ya que está en su momento óptimo de maduración.
Podemos elegir entre distintas variedades, como son la patata agria, la patata monalisa, la patata liseta y la patata kennebec.
¿Qué aceite podemos usar?
El aceite va a jugar un papel fundamental a la hora de freír nuestras patatas chips. Para nosotros, el aceite ideal es el aceite de oliva virgen extra, debido a su alta calidad y su resistencia a las altas temperaturas. Puede freír a 180 grados sin degradarse.
Además, cuando freímos con aceite de oliva, el alimento no absorbe más grasa de la necesaria gracias a la película que se forma alrededor del mismo, debido a la alta densidad del aceite. De esta manera, se hace prácticamente impenetrable y preserva también la humedad de la patata. Con esto conseguiremos que queden más crujientes.
Pero ¡ojo! Un aspecto importante a la hora de cocinar con aceite de oliva es que algunos, principalmente si son virgen extra, pueden dejar un sabor ligeramente amargo. Si esto no nos gusta, tendremos que hacer el desahumado. ¿Cómo se hace esto? Muy sencillo: calentaremos el aceite con un trozo de pan duro o de piel de limón hasta que humee. Apagaremos el fuego y retiraremos el limón o el pan, para volver a calentar el aceite y cocinar las patatas.
Si elegimos aceite de girasol deberemos elegir uno alto oleico. También resiste las altas temperaturas y no aportará sabor a las patatas.
Deberemos echar una buena cantidad de aceite, que cubra las patatas, y la temperatura óptima será unos 170ºC, pero sin humear.
¿Cómo cocinarlas?
Para cocinarlas sólo necesitaremos patatas, aceite de oliva o de girasol y sal al gusto.
- Pelaremos las patatas, las lavaremos y secaremos con papel, para luego cortarlas bien finas con una mandolina, no más de 1mm.
- Freiremos en cantidades pequeñas y bien separadas, para que no se peguen unas a otras, con el aceite a 170/180ºC.
- Cuando estén doraditas, las retiraremos y las pondremos en un colador fino, para pasarlas después a un papel de cocina para que recoja el aceite sobrante.
- Por último, añadiremos sal a nuestro gusto. ¡Que las disfrutes!
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