No deja de sorprender que, un alimento tan cotidiano y presente en nuestras vidas, tenga tanto contenido histórico. Ya os hablamos anteriormente de la historia de la patata y sus orígenes. Hoy queremos hablaros de dónde proviene su nombre.
Todos sabemos cómo se influyen unas lenguas a otras, que en muchos casos comparten las mismas palabras para nombrar a determinadas cosas. En el caso de la patata, su nombre se origina al cruzarse la palabra “papa”, del quechua, con la palabra “batata”, del taíno. De esta manera, surge el nombre por el que todos la conocemos.
Distintas lenguas, distintos términos
De ahí se trasladó a otras lenguas, como al árabe (batata), al euskera, el italiano y el griego (patata) o el inglés (potato). Llama la atención una expcepción, y es la del nombre que recibe en francés: pomme de terre. Aunque también la llaman patate, se le acuñó el primer término al hacer una traducción literal del latín, en el que se denominaba a los tubérculos comestibles “malum terrae”.
Cabe destacar también su nombre en alemán: kartoffel. En este caso, procede del italiano, de “tartofolo”, que significaría “trufa pequeña”, la cual proviene, a su vez, del latín, terrae.
Esto también sucede con otros alimentos, como el aguacate, el tomate y el chocolate, que tienen su origen en algunas lenguas amerindias, como el náhuatl.
Expresiones cotidianas que provienen de la palabra patata
Seguramente estemos tan acostumbrados que no nos hayamos dado cuenta, pero la palabra patata ha dado lugar a muchas expresiones de las que se hace uso hoy en día. Como por ejemplo la palabra papear o papeo, que tienen su origen en la palabra patata o papa. También encontramos la expresión “no entender ni papa”, que más de una vez habremos utilizado.
Los franceses también tienen una expresión para indicar que se encuentran en plena forma: avoir la patate. Por su parte, los alemanes hacen uso de la frase Die dümmsten bauern haben die dicksten kartoffeln, que significaría: los granjeros más tontos cosechan las patatas más gordas. Y otra expresión que sería similar a otra utilizada por nosotros: Für jemanden die kartoffeln aus dem feuzer zu holen, equivalente a nuestro “sacarle a alguien las castañas del fuego”. En el caso alemán, hace referencia a la patata.
No podía faltar su uso para darle un tono peyorativo a una expresión, como puede ser que una persona sea una patata, indicando que esta es aburrida, o que una película, profesional o una habilidad personal es de poca calidad. Por su parte, los franceses la utilizan para señalar que alguien es bruto, con poca inteligencia o que tiene una nariz prominente.
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