El aceite de palma es un aceite de origen vegetal, de aspecto rojizo y, al contrario que los otros aceites vegetales, no presenta un aspecto homogéneo y translúcido. En él se pueden observar acumulaciones más densas de grasa, que pueden recordarnos a la sobrasada por su textura y color.
Su origen es africano, donde se usa de forma cotidiana para uso doméstico y culinario. Actualmente los cultivos podemos encontrarlos, principalmente, en Asia, concretamente en Malasia.
Aunque no esté integrado su uso habitual de la misma manera en Europa, sí que se ha hecho uso de él en la industria alimentaria desde hace años. Actualmente, debido a la normativa europea, es obligatorio indicar en los ingredientes de los productos el origen específico de los aceites vegetales. Es por esto que ahora se ha conocido más el aceite de palma y lo podemos tener más presente a la hora de elegir un producto u otro.
¿Cuáles son las principales diferencias?
Las principales diferencias que podemos señalar entre el aceite de palma y otros aceites vegetales serían tres:
1.- Composición nutricional
Si comparamos el aporte nutricional de los diferentes aceites vegetales, encontraremos que el de palma no goza de componentes saludables para el organismo ni tiene propiedades beneficiosas. A nivel porcentual, vemos que en aceites como el de maíz, girasol u oliva, las grasas saturadas no superan el 10-13% del total, mientras que en el aceite de palma suelen rondar el 50%.
Como consecuencia de este elevado porcentaje, si se consumen de forma habitual productos con este ingrediente, se aumenta la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, problemas de colesterol y problemas de obesidad.
2.- Precio
El aceite de palma resulta mucho más barato frente a aceites como el de girasol, oliva o maíz. Esta característica hace que sea el elegido por muchas industrias alimentarias. Así, además de economizar su producción, pueden ganar posición en el mercado apelando al bajo coste de sus productos.
Como hemos visto en muchas ocasiones, este puede ser un reclamo llamativo, pero del que debemos tener cuidado si no queremos desproteger nuestra salud.
3.- Impacto en el medio ambiente
A día de hoy, el aceite de palma es el que tiene un indicador más alto de consumo y de cultivo. Esto se debe también a que es utilizado para fabricar combustible. Como consecuencia, se ha producido una plantación masiva de palma que afecta de forma negativa en diversos aspectos.
Este tipo de plantaciones para extraer los frutos ha generado pérdidas en la biodiversidad, afectando tanto a a la flora como a la fauna. Por otra parte, también genera una mayor cantidad de desechos y hace que la calidad del suelo y del aire se vea empobrecida. Además, en la mayoría de las ocasiones, las condiciones sociales en las que se realiza la producción de este elemento no son las adecuadas.
Sí que se da el caso de producciones de este aceite que son sostenibles y que tienen su certificado que lo corrobora, pero, lamentablemente, son mayoría las que no respetan el entorno natural ni social.
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