En el artículo Los 10 beneficios de la patata ya os hablamos de las muchas propiedades que tiene este tubérculo y de los elementos que podíamos encontrar en él. Uno de ellos es el almidón.
Seguro que has oído hablar de él y que, en alguna ocasión, te han recomendado consumir alimentos con este componente. Hoy lo tratamos con mayor profundidad, para que conozcas sus beneficios y cómo funciona.
¿Qué es el almidón?
Cuando hablamos del almidón, estamos hablando de un carbohidrato complejo. Este se forma cuando se unen cadenas de glucosa, las cuales pueden seguir una estructura lineal o ramificada. Estas estructuras reciben el nombre de amilosa y amilopectina, respectivamente.
La mayor parte de la energía que utiliza el cuerpo la obtiene de él. Como en nuestros intestinos se absorbe la glucosa, es necesario que la estructura de las enzimas digestivas se rompa. Aunque existe una parte que se mantiene sin degradarse durante todo el tracto gastrointestinal, de forma que sirve de sustrato para las bacterias cuando llega al colon.
¿Cuáles son los beneficios del almidón resistente?
El almidón resistente es un componente que resulta beneficioso para la salud, como lo han podido corroborar varios estudios. Aquí te contamos algunos de sus beneficios.
Ayuda a mantener sana la microbiota intestinal
Gracias al almidón, los microorganismos producen una fermentación que genera gases (como el metano y el dióxido de carbono), ácidos grasos (como el acético y el burítico), ácidos orgánicos y alcoholes. Todos estos elementos son beneficiosos para la microbiota intestinal. Por ejemplo, el butirato es usado por las células del colon para obtener energía. También beneficia a la barrera intestinal y ayuda a proteger el ADN de posibles daños.
Estimula la sensación de saciedad
Según los estudios, si durante el desayuno se consumen 8 gramos de este almidón, se produce una disminución de la ingesta y, además, del consumo de energía hasta 3 horas después.
Este proceso se le atribuye, principalmente, a una dilación en la velocidad del vaciado gástrico. Esto prolonga el tiempo en el que se mantienen de forma estable los niveles de azúcar en sangre.
Ayuda a controlar el peso y favorece la composición corporal
Aunque el almidón no tiene un efecto inmediato sobre el peso y la composición corporal, sí que tiene aportes beneficiosos para los mismos. Respecto al peso, la sintetización de los ácidos grasos fomenta la oxidación de los lípidos en los músculos y en el hígado. La composición corporal se ve beneficiada por las soluciones espesas que se forman en el intestino.
Control del azúcar y las grasas
El almidón nos puede ayudar a controlar el metabolismo de la glucosa. Además, ayuda a reducir los niveles de colesterol gracias al acetato y propionato. Ejerce como quelante sobre las sales biliares, lo cual hace que se disminuya su absorción en los intestinos y que se elimine de forma fecal. Así, para producirlas nuevamente, se obliga al hígado a que utilice el colesterol endógeno.
¿Cómo consumir los alimentos para aprovecharlo mejor?
Para conseguir mejor estos efectos del almidón, es recomendable consumir los alimentos en frío. Para ello, una vez cocinados, los mantendremos durante un día en el frigorífico. Si necesitas alguna idea para recetas, aquí te dejamos Las recetas con patata más fresquitas.
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