• 16 de noviembre de 2022

Planta de la patata: botánica y necesidades edafoclimáticas

Planta de la patata: botánica y necesidades edafoclimáticas

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Como ya hemos señalado en anteriores artículos, la planta de la patata pertenece a la familia de las solanáceas. Esta planta, además de haber sido cultivada con la finalidad de obtener alimento, también ha sido utilizada como planta decorativa.

Cada cultivo presenta sus propias características y necesidades, que debemos atender si queremos conseguir unos resultados óptimos. Para alcanzar nuestro objetivo, es imprescindible conocer a fondo aquello que cultivamos. Dichos conocimientos nos permitirán proporcionarles las mejores condiciones y evitar posibles errores en el procedimiento.

Características de la planta de la patata

Tallos

Sus tallos son aéreos, gruesos y angulosos. En un comienzo son erguidos, para ir extendiéndose hacia el suelo posteriormente. Su color es de un verde pardo y se originan en la yerma del tubérculo, oscilando su altura entre los 0.5 cm y un metro.

Rizomas

Los rizomas son tallos subterráneos, de ellos nacen las raíces adventicias. Producen los tubérculos, cuya forma es oval o redondeada.

Raíces

Necesitan un suelo mullido para poder desarrollarse, ya que su poder de penetración es débil. Están muy ramificadas, son fibrosas, largas y finas.

Hojas

Sus hojas son compuestas, tienen foliolos primarios, secundarios e intercalares. Con nerviación reticulada, presentando mayor densidad en los nervios y bordes del limbo.

Inflorescencias

Se sitúan en la extremidad del tallo y están sostenidas por un escapo floral. Es autógama y es frecuente su androesterilidad debido al aborto de los estambres o el polen a causa de las condiciones climáticas. Sus flores presentan la corola gamopétala de diversos colores, como puede ser el blanco, el rosa o el violeta.

Frutos

Verdes y de forma redondeada, midiendo entre uno y tres centímetros de diámetro. Al madurar se vuelven amarillos.

Tubérculos

Son la parte comestible de la planta de la patata. Las reservas de almidón se acumulan en su tejido parenquimático, del que están compuestos. En sus axilas se hallan las yemas de crecimiento, que se disponen en espiral sobre su superficie.

Necesidades edafoclimáticas

Temperatura

La planta de la patata requiere de un clima entre templado y frío, siendo las temperaturas más adecuadas las que rondan entre los 13 y los 18 grados. Cuando se lleva a cabo su plantación, el suelo debe tener una temperatura por encima de los 7ºC y unas temperaturas ligeramente frescas durante la noche.

No toleran bien las bajas temperaturas, ya que estas pueden hacer que los tubérculos no se desarrollen y se queden pequeños. De la misma manera, también resultan perjudiciales las altas temperaturas, pues incrementan el riesgo de sufrir enfermedades y plagas.

Humedad

Una humedad moderada juega un importante papel en el cultivo de la patata, favoreciéndola. Durante la germinación de los tubérculos hasta su maduración, así como desde la aparición de las primeras flores, la presencia excesiva de humedad puede dañarla. La razón es que esta humedad puede propiciar el ataque de mildiu.

Heladas

Las temperaturas extremas no les hacen bien a estos cultivos. Las heladas tardías generan un retraso en el crecimiento, así como una disminución de la producción. Si se alcanzan los 0ºC, se hiela y muere, aunque existe la posibilidad de que vuelva a rebrotar. En el caso de que las temperaturas lleguen a menos de dos grados bajo cero, los tubérculos pueden helarse.

Terreno

Su principal inconveniente en el terreno es que este sea pedregoso o compactado, ya que esto impedirá que se desarrolle libre y sin obstáculos. Debe tener un nivel adecuado de humedad. En el caso de que crezcan en un terreno más seco, el rizoma genera unas ramificaciones demasiado largas, lo que genera un mayor número de tubérculos, pero de menor tamaño.

Por otra parte, cuando en el terreno hay demasiada humedad también se ve afectada la calidad de los tubérculos. Se hacen muy acuosos, lo cual supone menos sabor, disminuye su nivel de fécula y se conservan peor.

Los terrenos ideales son los ligeros o semiligeros, con subsuelo profundo y un buen contenido en humus. Tolera la salinidad y un pH ácido que se encuentre entre el 5.5 y el 6.

Luz

La luz siempre juega un papel fundamental en el cuidado de los cultivos, requiriendo en ocasiones sombra y, en otras, sol directo. En el caso de la planta de la patata, la luz influye de forma directa sobre el fotoperíodo, pues induce la tuberización. Cuando los fotoperíodos son cortos, favorecen la tuberización, mientras que los largos instigan al crecimiento. Igualmente, influye sobre la calidad y la cantidad de la cosecha. Además de tener influencia sobre la fotosíntesis, la intensidad de la luz también resulta favorable para la floración y la fructificación.

La recolecta

Tanto el momento de la recolecta como el del almacenaje, son procesos a los que hay que prestar atención para evitar daños en el producto. El momento adecuado de recolectarlas es cuando se secan las plantas. Estas se vuelven de un color amarillento y son más quebradizas. En el caso de las patatas tempranas, su recolecta se realiza cuando la planta todavía está verde.

Puede realizarse tanto de forma manual como de forma mecanizada, dependiendo de nuestras preferencias y de las cantidades con las que trabajemos. Es fundamental que, al ser recogidas y transportadas, no reciban golpes ni estén expuestas demasiado tiempo al sol. El espacio en el que se almacenen deberá tener una temperatura fresca, evitando el exceso de calor o la presencia de humedad. Como vimos en nuestro artículo Patata nueva y patata vieja: ¿en qué se diferencian?, la patata vieja tiene un tiempo de conservación mayor que la patata nueva.

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