Las razones por las que podemos desear crear un huerto ecológico son muchas, al igual que las posibilidades existentes para llevarlos a cabo según el espacio del que dispongamos. Sea cual sea el tipo de huerto, nuestra finalidad siempre será buscar su mejor rendimiento. Para ello, la rotación de cultivos puede ser un gran aliado. A través de él, podemos hacer frente a problemas frecuentes como son las infestaciones de plagas o la falta de nutrientes. Y todo ello sin causar daños al medio ambiente, de manera natural y efectiva. Eso sí, para llevarlo a cabo de manera adecuada, es fundamental conocer los tipos que hay y qué aspectos tener en cuenta antes de realizarlo.
¿Qué es y para qué sirve?
Puede que el nombre ya nos haga imaginarnos de qué puede tratarse. La rotación de cultivos consiste en cultivar más de un tipo de cultivo en un mismo terreno, de manera rotativa a lo largo del año. Esto se realiza por varias razones. Con esta técnica podemos aprovechar los tiempos en los que no se puede cultivar el cultivo principal. De la misma manera, se realiza para que las capacidades del suelo se repongan. Un ejemplo de esto son las leguminosas, que se plantan de manera frecuente para que el suelo recupere los niveles de nitrógeno.
Igualmente, la tierra podrá ser utilizada como prado para el ganado, pero esto dependerá del tipo de plan de rotación que se esté llevando a cabo. Uno de los beneficios de que sea usada por el ganado es que aportará estiércol orgánico. En caso de que no pueda ser usada por él, algunas veces se opta por el uso de restos de plantas. Mediante el abono verde se evita la erosión del terreno.
La rotación de cultivos nos ayuda a mantener la estructura del suelo, así como sus niveles de nutrientes. Por otra parte, contribuye a que las plagas no se instalen en nuestro cultivo.
¿Por qué es importante?
Las plantas que cultivemos en nuestro terreno consumirán aquellos nutrientes que se encuentren disponibles en él. Si queremos que estas se desarrollen y tengan el rendimiento que queremos, es necesario que puedan obtener los nutrientes que precisan. Si queremos que el cultivo de nuestras plantas resulte exitoso, deberemos permitir que se repongan dichos nutrientes antes de cada nuevo cultivo. Hasta ahora, para conseguir esto se ha recurrido de forma frecuente a la aplicación de fertilizantes químicos y sintéticos. Pero gracias a la rotación de cultivos, podemos alcanzar nuestro propósito de forma natural y sin causar daños en el ecosistema.
Por esta razón es tan importante este método, ya que permite nutrir el suelo de manera natural. Como indicábamos anteriormente, también resulta beneficioso para combatir las plagas. La razón es que, cuando en un terreno se cultiva una sola cosa, la plaga dispone de alimento permanentemente. Sin embargo, cuando se da la rotación de cultivos, esto no se produce al haber plantas distintas a lo largo del año. Por otra parte, debido a los diferentes sistemas radiculares de las plantas, la biomasa se verá aumentada.
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