Llega el otoño y la temporada de lluvias comienza. Con las sequías que se están produciendo en los últimos años, puede que nos estemos planteando diversas maneras de reducir el consumo de agua y conseguir abastecernos de manera equilibrada. En el caso de que dispongamos de un huerto ecológico, ya sea urbano o que dispongamos de un terreno, existen alternativas para hacerlo. Una de ellas es la de recolectar el agua de las lluvias.
Esta opción es muy recomendable por varias razones, siendo la principal de ellas la sostenibilidad. Si vivimos en una vivienda unifamiliar o si se trata de un último piso o terraza con tejado, tenemos la posibilidad de aprovechar el agua de la lluvia. Claro está, el agua que recolectemos será destinada a riego y otros usos que no sean el de consumo.
Razones por las que empezar a recolectar agua de lluvia
Las razones por las que es aconsejable empezar a hacerlo son muchas:
- Mejor crecimiento de las plantas: el agua de lluvia tiene un pH equilibrado. Además, se encuentra libre de químicos, como puede ser el cloro. Esto ayudará a que nuestras plantas crezcan mejor.
- Ahorro: al hacer uso de otra fuente por la que conseguir agua, estaremos disminuyendo el consumo. Las mangueras pueden utilizar hasta 500 litros por hora, cosa que pocas veces tenemos en cuenta a la hora de hacer uso de ellas. Inevitablemente, caemos en la cuenta cuando llega la factura del consumo realizado.
- Alternativa ante las restricciones de agua: en algunas zonas ya se están produciendo restricciones sobre el uso y disponibilidad del agua. Si conservamos agua de lluvia, podremos tenerla a nuestra disposición siempre que la necesitemos.
- Mejores resultados: podremos conseguirlos al filtrar el agua que entra en el tanque. Habrá menos olores y nos aseguraremos de que las boquillas y pulverizadores permanezcan desbloqueados. De forma habitual, las colillas de agua solamente desvían el agua en el almacenamiento, lo cual puede generar problemas debido a la calidad de esta.
¿Qué usos se le puede dar?
Principalmente, el agua de lluvia es agua destilada. Aunque haya personas que consideren que esta es la mejor para beber, no se recomienda su consumo. ¿Por qué? Porque en la atmósfera hay contaminantes que se encuentran suspendidos y que se precipitan junto a las gotas de lluvia. De la misma manera, pueden encontrarse otros restos como excrementos u orines.
Cuando tratamos el agua haciéndola pasar a través de un filtro grueso, podremos aprovecharla para diversos fines en los que no sea necesaria agua potable. Algunos ejemplos son el uso para el inodoro, lavar la ropa, el coche o el riego. Otro de sus beneficios es que cuidará mejor de las tuberías y conductos como el de la lavadora, ya que no contiene cal. Algunas valoraciones indican que esta agua puede suponer el 50% del uso que se realiza en nuestras viviendas de forma habitual.
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