Que su tamaño no nos engañe: las semillas de sésamo son un alimento con gran aporte nutricional, además de proporcionar sabor y ornamentación a nuestros platos. El sesamum indicum es una planta del género Sesamum. Es uno de los cultivos de semillas oleaginosas más antiguos que se conocen, desde hace alrededor de unos 3000 años. Tiene muchas otras especies, la mayoría silvestres y nativas del África subsahariana. La que cultivamos nosotros actualmente se originó en la India.
El sésamo o ajonjolí lo podemos encontrar en muchos platos, e incluso como ingrediente fundamental del mismo, como es en el caso del hummus. También en colines, tostas y, como no, en los panecillos de hamburguesa. ¿Te habías preguntado alguna vez por las propiedades de este pequeño alimento? Aquí te contamos algunas de ellas.
Propiedades del sésamo
Las semillas de sésamo poseen ácidos grasos poliinsaturados. Estos ácidos son las grasas beneficiosas para el organismo, como el omega 3 y el omega 6. Nos ayudan a prevenir las enfermedades de tipo cardiovascular, ya que contribuyen a bajar los niveles colesterol.
Además, también contienen lecitina, que actúa como emulgente, ayudando a descomponer las grasas nocivas y el colesterol para que se disuelvan en agua y, así, el cuerpo los pueda eliminar con mayor facilidad.
En ellas también encontraremos un alto nivel de proteínas de origen vegetal. Por otra parte, minerales como el hierro, el calcio y el zinc también están presentes, fundamentales para el mantenimiento y regeneración de los tejidos de nuestro cuerpo, así como de los dientes y huesos.
Nos ayudarán también con posibles problemas digestivos gracias a su gran aporte en fibra.
¿Cómo consumirlas?
Para sacar el mayor partido a las semillas de sésamo y poder asimilar mejor todas sus propiedades, siempre es mejor tostarlas un poco. De esta manera también desprenderán mejor sus grasas.
Pueden servir de acompañamiento a cualquier plato, como ensaladas o cremas, o añadirlas a batidos o yogures. Si hacemos uso de ellas en nuestras recetas para empanadas, panes o bollería estaremos dando un toque adicional nutricional, a la par que de sabor. ¡Si optamos por realizar salsas con ellas nos ganaremos el paladar de los comensales más exigentes!
Otra forma sencilla de incorporarlas a nuestra dieta es haciendo uso de su formato en aceite. Así podremos añadirlas a nuestros platos y ensaladas de forma asidua.
Triturar las semillas también facilitará la tarea a nuestro organismo para poder digerirlas. En el caso de que no las trituremos, deberemos masticarlas bien para una mejor asimilación.
¿Cuántos tipos de semillas de sésamo podemos encontrar?
Hay tres tipos principales de sésamo:
- el blanco
- el rojo
- el negro
Respecto a sus propiedades, los tres tipos contienen aproximadamente las mismas cantidades. El sésamo negro tiene un aporte mayor de antioxidantes y producen un aceite de mejor calidad. Esto hace que también sea el usado principalmente para propósitos medicinales.
Beneficios del sésamo
Como hemos visto, sus beneficios son muchos. Nuestra salud se puede ver beneficiada al incorporar el sésamo a nuestra dieta, ya que repercute en aspectos como:
- La salud cardiovascular.
- Un buen aporte de calcio para nuestro organismo.
- Es un reconstituyente cerebral y combate el cansancio mental.
- Aporta magnesio, que nos ayuda a un mantenimiento de los huesos sanos y fuertes.
- Ayuda a aliviar el insomnio, el estrés, la pérdida de memoria y la depresión nerviosa.
Recetas
Algunas recetas sencillas y accesibles para disfrutar de este pequeño manjar. Con ellas podremos agregarlo a variedad de platos, aportando sabor y propiedades beneficiosas.
Sal de ajonjolí o potasio
Para conseguir esta “sal” necesitaremos semillas de sésamo y sal de mar.
En primer lugar, doraremos unas 12 cucharadas de sésamo en una sartén caliente. Para ello no utilizaremos aceite. Haremos lo mismo con una cucharada de sal de mar. Una vez dorados, los mezclamos y los machacamos en un mortero de forma rápida, evitando que salga aceite. ¡Así de fácil tendremos lista nuestra sal para sazonar nuestros platos! Hay que destacar que es alcalinizante y puede ayudar en casos de hipertensión.
Leche de sésamo
A las bebidas vegetales también se les puede llamar “leche”, y con esta receta vamos a elaborar una leche de sésamo. Para ello necesitaremos 200 gramos de semillas de sésamo, también conocido como ajonjolí, y agua.
Antes de hacer la preparación, es necesario mantener las semillas en remojo durante unas 8 horas. Podemos dejarlas en un recipiente con agua antes de irnos a dormir y las tendremos listas para preparar a la mañana siguiente.
Cuando haya pasado este tiempo, escurriremos las semillas para retirar el agua y las licuaremos junto con cuatro tazas de agua hervida. Una vez realizado, pasaremos el líquido por un colador fino o gasa. Se recomienda consumir refrigerada, pudiendo aguantar unos tres días en la nevera.
Tahini
Una receta deliciosa y sencilla. Para realizarla podemos hacer uso de cualquier semilla de sésamo, aunque son preferibles las crudas, blancas y sin cáscara. También utilizaremos aceite. Podemos usar aceite de oliva o el que más nos guste.
Primeramente, doraremos las semillas en una sartén sin aceite durante unos 5 minutos. Las cocinaremos a fuego medio y removiendo de manera constante para que no se quemen. En el caso de que utilicemos semillas tostadas, este paso no lo realizaremos.
Si las hemos dorado, las dejaremos enfriar y las meteremos en la batidora. Batimos hasta que se empiece a formar una pasta y, entonces, añadiremos el aceite. Seguiremos batiendo hasta que se haga una pasta cremosa. La medida de aceite dependerá de la frescura de las semillas y de la potencia de nuestra batidora. En el caso de que esta sea muy potente, no hará falta añadir aceite. La sal es opcional, si te gusta un toque más salado, añade una pizquita. ¡Que aproveche!
Que bueno es el ajonjolí, gracias por la información, Dios te bendiga